martes, 23 de julio de 2013

OTRO 20, ARRINCONADA....

Se puede creer o sentir, que el tiempo no existe. A veces se te cuelga como un ancla del cuello, y no te deja respirar.
Te escribo mensajes, aunque no estés, por si alguna vez los necesitas y vuelves a buscarme en estos espacios en blanco...




Porque en algún momento dijimos: 

- "...¿qué somos?:.."
- " Y si, podemos llamarle amistad..."
- " Ok, somos amigos"

Y la sonrisa nos llenó la cara, acunando nuestra calma, en la calidez de los sillones del color de tus ojos, entre los brazos adormecidos de las horas del cine, que recién se desperezaba amodorrado, aquella tarde de junio.
Porque aprendí a quererte, y lo hice sin presiones y sin apuros, pero sin pausas. Simplemente porque lo sentí y elegí seguir sintiendo. 
Te elegí, como parte de mis adentros, de los pedacitos que tiene mi corazón, para guardarte en él y darte lo que de él naciera, sin pena ni culpa. 
Tranquila y con ansias de compartir la paz, la serenidad y por qué no , la tristeza y la felicidad; las palabras, las hojas, los abecedarios y los silencios. 
Tal como, profunda, sincera y también locamente, hago con el resto del pequeño mundo de mis entrañables afectos. 
Nunca me respondiste la última vez, así que me quedé sin tus pensamientos, contestándome, hablándome, escribiéndome...





Entonces, alguna vez también te confesé uno de mis defectos.
- "No soy abandónica" y me dijiste... 
- "Eso está muy bueno, me gusta. Yo tampoco".  
Hoy eres parte de mis afectos que pude elegir, que quiero guardar dentro. 
Y aquí estoy, haciendo el aguante a tu ausencia, con o sin razón, pero sin freno; con fe, con paciencia y esperanza.
Espero, que no sin tiempos. 


- "Ya no quiero perder más gente, ni puedo..."

- "Yo tampoco; no puedo" - suspiré.






El silencio y la fría brisa, nos acomodó el abrazo sincero, secando suavemente las lágrimas que se mezclaron en un mismo sentimiento.

¡Qué cómodos eran nuestros silencios! Tanto como nuestro humor negro, alegre y pícaro, como nuestras corridas, entre laberintos e historia.
¡Como para no extrañar, entre mates y verdades, enteras o a medias, pero en espera, tanto verde! 


Eso que valoro tanto y me hace bien, cuando me dicen cuánto me quieren y me extrañan, y eso mismo también me está llenando de nostalgia.

Por eso es que te digo TE QUIERO, otra vez, por si lo necesitas, por si lo olvidaste, por si extrañabas leerlo...
Y TE EXTRAÑO.
Tanto, que me amigué con esta silueta que dejaste recortada en la memoria de mi sombra, caminando o en reposo y que me duele. 
Porque me preocupan tus silencios y lo que no me estás diciendo, y no puedo hacer nada absolutamente, porque ignoro y respeto.
Porque no entiendo.


¿Quién dijo que no importa, porque siempre hay gente que llena el hueco? Ése que se acomoda en el pecho, cuando hay uno que falta...

Puras mentiras, digo. O por lo menos, yo no puedo.
Hoy, otro 20 de julio, en que se aumenta el descuento... 
Mi alma siempre se vistió de mesa, de esas que tienen muchos metros. Tantos como amigos dentro, tantos como los que necesito y quiero. 
Y amo. 
Y respeto.
Ésa mesa, en estos días, pinta muchos vacíos. 
Aunque no quiera, aunque me esmere; aunque ruegue y me resista. Aunque grite, voz en cuello, que no más, que ya no quiero, perder, perderte, perderlos...

Ser uno mismo, en otro cuerpo. Llorar por los ojos de otros, sentir la burbujeante sensación en las venas, de la felicidad ajena.
Un " no sé qué" inexplicable, que no existe en ciencias, pero sí, dentro del pecho.

Pero, ¿¡quién puede detener los tiempos!? 
Parece que no yo.


Miraba hacia adentro mi mesa, contemplativa en "por qués", en "hasta cuándo", con ajados ojos, como tengo el alma, mientras me cebo mate y en mi mente, te miro, intenso.

¿Será la edad? ¿Será el tiempo? Aunque siempre, siempre, se pintó así mi sentimiento...
Esta rareza inasible, tan mía, tan propia, que me llena de vida y así nomás, me la quita.
¿Serán tus ojos?  Será tu sombra.

(Suspiro húmedo, inevitable).

O tus silencios.


Nunca aprendí a guardar palabras, tampoco sentimientos.

Hoy más que nunca soy una rebelde, que con furia empapada en sales, reniego firme ante más ausencias, y en pie de guerra, amaso revoluciones dentro.
¡No quiero perder más amigos!
No quiero perderte, no puedo.
Te hago depósito diario y fiel, de mis "te quiero" y "te necesito", justo por eso.
Mi alma te sigue esperando, con su mejor mantel, bien planchado, tejido de esperanza, y con el mate cebado y el almuerzo listo, cocido en olla de barro sincero.
No me olvides. No te olvido.
Interminable abrazo, infinito beso.
Amigo en mi alma, día feliz.


    TE QUIERO    






2 comentarios:

JOSÉ IGNACIO RESTREPO dijo...

...en esencia es un viaje solitario, más sí pugnamos con la realidad, puertas adentro, mientras todas las tormentas, corrientes o iconoclastas nos recluyen, en esa casa fantasmal, que llamamos uno mismo...Pero, es bello recibir esta misiva, sobre todo en estos tiempo en que mi pugna con la realidad, es una guerra, renovadamente envejecida, de uno solo, de mi contra el nosotros que me habita...Bella tu carta, puedo decirte amiga, Vanessa mía, no te marchas nunca de ese sitio que habitas, donde están los que quieres, aunque no en cuerpo manifiesto, el viento que ahora firma es la rúbrica amorosa de mi aliento...

Vanessa Alle dijo...

...rúbrica recibida con la humildad y agradecimiento al Poderoso, de saberme bendecida y rodeada por tan bellos espíritus, llenos del especial y único toque de la pluma diamantina, y el cariño acuñado en ella...
Siempre bienvenido a las habitaciones de mi alma hecha hogar, abrazo querido Se'Ig, desde la distancia de la nada que nos separa y acompaña.
Darse por vencido, no es una opción, recuerda.
Beso!