lunes, 24 de agosto de 2015

MEDITACIÓN, EXPERIENCIA Y COHERENCIA: bases de una votación inteligente

Más que de una votación, podría decir que son pasos básicos para la toma inteligente de cada decisión.
En este caso, de por quién hemos de votar. Algo que como podemos medir por la experiencia de nuestro diario vivir, en carne propia, es una decisión que influye no sólo en nuestras vidas individualmente, sino en la de nuestras familias, vecinos y compatriotas.




MEDITAR en lo que escuchamos de cada propuesta presente, que se nos quiere meter por los cinco sentidos y, de ser posible, sumar un sexto para aturdirnos con información a medias y con poco nivel de evaluación a nuestro alcance. Meditar en las posibles consecuencias, de cada candidato, no sólo por el partido político a quien representan sino, por las características de su personalidad que son las que pueden decirnos, medianamente, cómo se conducirán en el futuro a pesar, inclusive, de su puesto o de su color partidario.

EXPERIENCIA: abrir muy bien nuestros ojos para ver hacia el pasado y compararlo con el presente, cerrándolos -si fuere necesario- para imaginar nuestro futuro, de acuerdo a la visión previa. El pasado no está hecho para pisarlo y olvidarlo, necesariamente, sino para tomar responsablemente los hechos y sumarlos a las listas de positivos y negativos que tenemos en nuestro libro de vida. Esto, nos llevará a una necesaria conclusión muy cercana a la objetividad.



COHERENCIA... Una palabra que sabemos existe pero, que no la ponemos en práctica tan seguido como debiéramos. Ésta nos permite sopesar los hechos que resulten de nuestra meditación y de la experiencia, propia y ajena, resolviendo la situación con una objetividad clarificadora y juiciosa, dejando de lado decididamente, todo impulso medido por simpatías provocadas por tradición, por favores ocasionales esporádicos e individuales, por simple competencia, por "compromiso moral", influído por promesas o favoritismos convenientes previos a la decisión final. La coherencia, nos permite comportarnos en una forma relativamente lineal en nuestra vida diaria, con responsabilidad y compromiso con la verdad, aunque ésta esté escondida.

Es esta "trilogía", a mi ver, la que debe ponernos en posesión de nuestro futuro.
Es la que evitaría claramente, dejarse llevar por "información" que puedenllegar a ser manipulada, como sabemos desde que vivimos en los tiempos que vivimos: por supuesto el miedo, la tecnología de abuso masivo, los medios como forma de "pseudo-educación" de masas, e incluso de los que, si no se tiene cuidado, son más amigos del pensamiento que de la impetuosidad como forma de comportamiento.

Aquí les dejo, un ejemplo de los cuantiosos "por qués".

http://www.elespectador.com/tecnologia/google-podria-cambiar-el-resultado-de-una-eleccion-hora-articulo-581253


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